Tecnologías para fortalecer la infraestructura hospitalaria post COVID 19
La nueva normalidad impuesta por la pandemia mundial que afronta la humanidad en el 2020, ha puesto al sector hospitalario en el centro de la discusión. Dos tendencias muy marcadas han estado presentes en lo que se refiere al sector salud y tecnología, la primera es la actualización de la infraestructura actual con miras a soportar avances tecnológicos, y la segunda, el desarrollo de nuevas infraestructuras que logren dar soporte a las tecnologías venideras.
El sector de la salud ha sufrido una transformación digital acelerada y tecnologías como la telemedicina y video consulta han mostrado grandes beneficios, además de un crecimiento en adopción muy importante. Aunque es seguro que el área de la salud va a seguir la senda del cambio después de la pandemia, las visitas presenciales y uso de espacios hospitalarios no van a desaparecer.
El uso masivo de la telemedicina, reducción de las tasas de reingreso de pacientes, nuevos sistemas de monitoreo, optimización de tareas administrativas, información disponible de modo instantáneo, aplicaciones de IoT, M2M, y muchas otras, cambiarán por completo la experiencia de los pacientes, médicos, técnicos y especialistas.
¿Cómo está evolucionando la telemedicina y la teleconsulta?
Es importante mencionar que la telemedicina se ha convertido en una gran herramienta y para el caso de Colombia, según ACEMI (Asociación Colombiana de Empresas de Medicina Integral), en febrero se registraron alrededor de 20 mil consultas médicas por este medio, pero para el mes de mayo esta cifra aumentó a casi un millón y medio de usuarios. Lo que indica, un cambio de percepción al momento de utilizar los servicios médicos.
En este punto, se puede inferir que los procesos de digitalización de la salud que estaban previstos para algunos años, se convirtieron en un cambio de unos pocos meses.
Para el caso de Latinoamérica es apremiante ver que por fin están despegando todos estos servicios relacionados con telesalud. Gracias a estas implementaciones, hoy se tienen opciones reales para pacientes con enfermedades que están en el grupo de alto riesgo, puesto que pueden ser atendidos y tratados sin necesidad de desplazarse, optimizando el medio, los recursos y las tecnologías.
La mejor forma para planear las inversiones en esta nueva normalidad
La tecnología cambia a diario, y para entender esta nueva normalidad y los avances que surgen, se debe realizar una correcta planeación del presupuesto, no solo para la infraestructura física sino para toda la tecnología que va asociada a estos espacios médicos. Debe existir un rubro único para los sistemas de comunicación y vigilancia, los cuales deben estar actualizados tanto en software, como en hardware, de tal manera que se pueda aprovechar y dejar las puertas abiertas para lo que viene a futuro.
Otro tema importante a considerar, es que se está viendo una transición de CAPEX a OPEX, en donde se están empezando a implementar soluciones que cuenten con una fortaleza financiera, no solo de corto, sino a largo y mediano plazo. Por ejemplo, a nivel de comunicaciones, las redes ópticas comienzan a ser las protagonistas, puesto que tienen un excelente nivel de obsolescencia, minimizan la infraestructura, y sobre todo empiezan a mostrar un mejor retorno de inversión.
Los desarrollos en tecnología para un hospital
La transformación digital en el sector salud ha sufrido una aceleración en el presente año. Tecnologías como inteligencia artificial, la robótica, el Internet de las cosas (IoT), el big data y la computación cuántica están empezando a mostrar su verdadero poder y a ser consideradas inversiones necesarias.
La telesalud cuenta con muchos beneficios, pero en definitiva hay uno que prima sobre todos ellos y es el aumento de la calidad en la atención médica. Este nuevo concepto permite nuevas funcionalidades para facilitar el trabajo de los médicos, reducir costos sanitarios y mejorar la experiencia del paciente.
Opticalización de la infraestructura hospitalaria
La opticalización es una tendencia que se está dando en comunicaciones a nivel global y no solamente en los hospitales, sino en diferentes sectores. Este es un proceso que consiste en migrar de las tradicionales redes en cobre a redes en fibra óptica. Al implementar este tipo de redes, los beneficios serán muchos, entre ellos un mayor ancho de banda, una infraestuctura optimizada y disponer de un medio que permite tener varios dispositivos conectados sobre una misma red de datos.
De esta forma, la opticalización no es nada diferente a cambiar la tendencia que tenemos de utilizar ampliamente redes de cobre, en favor de las redes de fibra óptica que están alineadas con conceptos como mayor conectividad, mayor seguridad y mayor sostenibilidad.
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